Desde el camino de los molinos, y con una mañana no muy apetecible, iniciamos el recorrido hacía Zuera.
El día amenazaba lluvia, pero lo cierto es que nos respetó durante todo el camino.
Una vez en la localidad, y tras empatizar con los lugareños, probamos sus deliciosos, huevos fritos y toda su compañía.
Después, como siempre lo mas duro, vuelta para Zaragoza.
Fijaros en las fotos, lo limpia que baja el agua del río Gallego.
PD: fotos en el álbum " Zuera "
No hay comentarios:
Publicar un comentario